Glosarios de exámenes generales de diagnóstico ortopédico (Diagnostic Orthopaedic Glossary)
Los cirujanos ortopédicos utilizan una variedad de exámenes para diagnosticar la causa de las lesiones o condiciones del sistema muscular y esquelético, luego utilizan los resultados para elegir el tratamiento adecuado. Se presentan a continuación los exámenes que se utilizan más frecuentemente para determinar el tipo de lesión o condición.
Como parte de su examen, el médico le puede solicitar varios exámenes sanguíneos. Existen algunas enfermedades, como por ejemplo la artritis reumatoide que se pueden diagnosticar a través de la presencia de ciertas substancias en la sangre, tal vez sea necesario ayunar antes de este examen. En términos genereles los exámenes sanguíneos son rápidos y sólo requieren una pequeña cantidad de sangre.
Estos exámenes se utilizan para medir el rango de movimiento de las articulaciones y son parte de un examen físico, se utilizan para saber si existe algún desequilibrio muscular o articulación artrítica o también para determinar la mejoría o no de ciertos problemas de golpe de hombro o en caso de esguince. Existen varios tipos de exámenes que miden la flexibilidad de ciertas articulaciones o músculos. Su médico le pedirá que se estire, doble o mueva ciertas extremidades de una manera específica, no se requiere ningún tipo de preparación y generalmente son exámenes indoloros.
Los laboratorios pueden llevar a cabo varios análisis sanguíneos, de orina o de líquido de articulación (sinovial) para determinar la presencia de cierta cantidad de productos químicos, proteínas u otras sustancias. El médico podrá pedirle ciertos exámenes dependiendo de lo que encuentre durante el examen incial. Por ejemplo, un análisis de laboratorio puede identificar la existencia de cierta cantidad de ácido úrico en la sangre, lo que indicaría la presencia de gota, si apareciese en el líquido una alta cantidad de glóblulos blancos, podría indicar la existencia de una inflamación o infección grave. Antes de llevar a cabo una operación, se realizarán análisis de laboratorio para identificar abnormalidades médicas.
Tal vez sea necesario ayunar durante algunas horas antes hacerse un examen de sangre.
Los músculos son tejidos suave y por lo tanto no se ven en las radiografías y los exámenes musculares son una parte muy importante del examen físico. La debilidad muscular podría indicar daño de los tendones, que conectan el músculo al hueso, daño de los nervios que dan movimiento al músculo o debilidad general de los músculos por falta de uso.
Para poder medir la fuerza de los músculos, el médico podrá pedirle que se mueva de cierta manera mientras aplica cierta fuerza sobre los músculos, por ejemplo, si su médico le pide que se siente en una silla y trate de elevar una rodilla mientras le pone cierto peso en el muslo, también puede solicitarle que mantenga el codo doblado a 90 grados y le pida que doble la muñeca hacia abajo, podrá también medir la fuerza muscular pidiéndole que apriete la mano del doctor.
Palpación significa tocar, el médico tocará las articulaciones para ver si estám con temperatura, o hinchadas lo cual indicaría inflamación: El médico sólo aplicará un poco de presión al músculo o a la articulación e identificará áreas blandas y utilizará éste método para encontrar crecimientos como tumores o quistes, colocará una mano sobre la articulación y le pedirá que mueva la articulación, especialmente para ver si hace algún ruido que demuestre que se sale de lugar, el médico podrá sentir los tendones al moverse por sobre la articulación. En caso de dislocación de una articulación el médico palpará antes de tratar volver a colocar los huesos en su lugar correcto.
El médico, con sólo mirar a un paciente sabe mucho sobre que es lo que le aqueja. Existen señales y síntomas obvios, como por ejemplo músculos débiles (atrofiados) o asimétricos, alineación incorrecta, inflamación, cambio en color de la piel (moretones o rojedad de la piel que indican inflamación), y crecimientos como quistes, y callos. Sin embargo, un examen físico no es sólo mirar el cuerpo del paciente, hay que analizar la marcha (es decir como camina), palpar el cuerpo, pruebas musculares, pruebas de flexibilidad (amplitud o de movimiento), reflejos y análisis de laboratorio como por ejemplo conteo de glóbulos y análisis de orina.
A éstas pruebas también se las denomina, de flexibilidad y se utilizan para medir el movimiento de las articulaciones, algunas como el dedo gordo y el hombro tienen una gran amplitud de movimiento, casi un círculo completo, mientras que otras, como la rodilla, son como bisagras y tienen una amplitud limitada. Los exámenes de amplitud de movimiento pueden ser activos o pasivos, en los activos el paciente hace todos los movimientos, en los pasivos el médico sostiene la extremidad y él/ella la mueve. A veces también sostiene la articulación contigua para aislar el movimiento de la articulación que está revisando, por ejemplo si el paciente está sentado el médico puede sostener la pierna y pedirle que mueva el talón. ( Ver Pruebas de flexibilidad)
Se puede medir la eficiencia cardiovascular subiéndose a una cinta sin fin (medirá el corazón, los pulmones, y los vasos sanguíneos), sin embargo como los huesos, los músculos y los tejidos conectivos (ligamentos y tendones) están siempre respondiendo a un esfurezos (presión o fuerza), el médico ortopédico puede aplicar tensión para medir su respuesta, por ejemplo si el médico le mantiene la pantorilla con una mano y le mueve el tobillo con la otra, este movimiento aplica presión a los ligamentos que conecta el talón con la pantorilla. El movimiento excesivo o asimétrico indicaría que los ligamentos están demasiado estirados o flojos.
published by AAOS – American Academy of Orthopedic Surgeons – 2009